Por Osiris Aníbal Gómez
“Oyes, llámame para atrás porque voy tarde para mi clase, OK. Luego te veo, bye!” No recuerdo el día que al caminar por los pasillos del BMU de la Universidad Estatal de Chico, no haya escuchado conversaciones como ésta. No es ninguna sorpresa, ni tampoco un nuevo estilo de habla entre los hispanohablantes de California, esta mezcla del español con inglés, va más allá del ya popular Spanglish.
Lo que sucede hoy en día, es que todos los hispanohablantes nativos y de segunda generación contribuyen inconscientemente a un fenómeno idiomático que se propaga por todos los rincones de EEUU. La razón es la gran influencia que el inglés tiene sobre el español. A pesar de que muchos lo catalogan como incorrecto, es algo tan legítimo como natural. Es un fenómeno evidente e imparable, cuya influencia queda reflejada en las conversaciones que escucho a menudo entre los estudiantes:
!Hey! ¿Qué onda, pa’ dónde vas?
-Ya me voy para la casa, ¿y tú?
-Ya acabé con mis finals y ya me voy a lonchear.
-¿A dónde vas?
-Se me antoja un sándwich. Oyes, no seas gacho, ¡échame un ride, ándale! si quieres te picheo uno y después nos vamos a las barras de party.
-Sí, te doy un ride. Pero no puedo ir a las barras. Tengo que hacer un papel de ciencia.
-¡Ok! ¿Por dónde parqueaste tu ranfla?
Este es el resultado del “choque” entre las dos lenguas. ¿Cómo y por qué? Esto ocurre inconscientemente entre personas bilingües que dominan los dos idiomas. Lo único que el hablante comete es el hacer uso de dos idiomas existentes, las cuales se mezclan en situaciones espontáneas. Milton M. Azevedo, experto en el tema, postula que “[c]uando las lenguas se encuentran en contacto, nada más natural que una adopte palabras y expresiones de la otra, pero la dirección de ese proceso de préstamo depende de cual sea el idioma social y culturalmente dominante” (Azevedo, 379).
Ahora, bien, siendo así el resultado del roce de dos lenguas y dos culturas, ¿cómo lo desarrollamos día tras día sin darnos cuenta?
Todos los que nos servimos de ambas lenguas para desenvolvernos día tras día somos practicantes del fenómeno llamado “cambio de código.” Los lingüistas dividen este fenómeno en tres categorías: préstamos, alternancia de códigos y la extensión semántica.
Primero hablemos de los préstamos–Quiero ir a las movies pero no tengo cash. Hágase notar que las palabras concuerdan perfectamente dentro de la estructura gramatical. Esta es una de las maneras más comunes que el estudiante universitario tiene para desenvolverse en situaciones menos formales (entre conocidos y personas de acercada edad).
El segundo tipo es la alternancia de códigos. Esto es algo que demuestra la fluidez y el conocimiento que posee el hablante sobre ambas lenguas. La forma más frecuente es el comenzar una oración en un idioma y terminarla otro. Ej. -No estudié nada para el examen, should I still go to my class? Hasta hoy en día, no he conocido a ninguna estudiante que no haya practicado este fenómeno, por lo menos una vez.
El tercer fenómeno es la extensión semántica fenómeno por el que el hablante traduce una oración entera del inglés al español. La diferencia es que mediante este proceso se transfiere un significado del inglés que en el castellano tiene otro sentido. Una de las palabras usadas con más frecuencia es el verbo “aplicar,” que en castellano significa: llevar a cabo la acción de poner algo (untar o inyectar). Aquí, el estudiante universitario usa la traducción de este término para expresar la palabra inglesa “apply.” Ej. –¿Ya aplicaste para el financial aide?
La traducción es correcta, pero el verbo “aplicar” tiene otro significado (solicitar). Aunque muchas palabras tengan uno o varios significados, el uso de ambas lenguas lleva al hablante a transferir significados de su lengua natal a su segunda lengua y así simultáneamente.
De esta manera, el español híbrido se sigue extendiendo por todo el campus de Chico State University. It is not that we native Spanish spearkers want to be different; es que las reglas gramaticales no aplican cuando uno no está enfrente de los profesores.
Mejor, take it easy, ¡relájate!
Osiris Aníbal Gómez asiste a La Universidad Estatal de California en Chico, estudia español y Estudios Latinoamericanos, especializándose en Literatura Prehispánica.