
Translation by New America Media
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Los Angeles — Se puede curar el odio? La pregunta ha sido central en la vida de Tim Zaal durante las últimas dos décadas.
Cuando Zaal tenía 17 años, él y sus amigos fueron una noche en busca de pelea en West Hollywood. Cerca de un local muy frecuentado, divisaron a un grupo de jóvenes y persiguieron a un indigente gay, de 14 años, hacia un callejón. Mientras el muchacho estaba tumbado en el suelo, Zaal le dió una patada en la frente con una bota con clavos afilados, dejándolo inconsciente.