Por Jamie Fisher
Trata de pensar en alguna vez que conociste a alguien quien hablaba un idioma diferente que el tuyo. ¿Cuál fue la primera cosa que querías saber cómo decir? A lo mejor, preguntaste a dicha persona como maldecir en su lenguaje.
Especialmente, para los que están tratando de aprender un idioma nuevo es casi un prerrequisito saber manejar vocablos vulgares. No sólo porque ese vocabulario nuevo abre las puertas a un mundo inmenso de expresión, sino porque también le da al hablante novicio un sentido de poder, sabiendo que es capaz de cruzar fronteras lingüísticas para escandalizar, insultar y emocionar.