por Leslie Layton
Un lunes en marzo a las 6:30 de la mañana, un señor salió de su casa en Chico con un amigo rumbo a la tienda, para comprar leche antes de ir a trabajar. Al arrancar su carro, se dio cuenta que una camioneta Durango, que anteriormente vio estacionada frente a su casa, le seguía. Paró su carro y la camioneta paró también.
Oficiales de Inmigración (ICE por sus siglas en inglés) se le acercaron, diciendo que querían hacerles unas preguntas. Querían verificar sus nombres y ver sus identificaciones. Preguntaron si ellos tenían “papeles” para comprobar residencia legal. Él y su amigo eran inmigrantes sin documentos y por eso los oficiales les pusieron esposas y los metieron en la parte trasera de la camioneta.
Al residente de Chico y su esposa — en este reportaje los llamaremos “David” y “Margarita” — pidieron a ChicoSol no usar sus nombres verdaderos para proteger la privacidad de su familia. Los dos hombres fueron detenidos durante una redada que posiblemente cubrió un territorio amplio desde Red Bluff hasta Gridley y que duró unas semanas.
En una llamada telefónica desde Tijuana, David dijo que la ICE detuvo a otros tres hombres la misma mañana en Chico. Los llevaron a todos al sede de la ICE en Sacramento. Allí se encontraron entre otras 120 personas del Valle Central quienes fueron deportadas la misma noche por avión desde Oakland.
Alejandro Zelorio, cónsul encargado de protección y asuntos legales en el consulado mexicano en Sacramento, dijo que en semanas recientes su oficina había recibido llamadas telefónicas de personas en Red Bluff, Corning y Chico acerca de rumores de una posible redada. También hubieron rumores — los cuales ChicoSol no pudo confirmar — que se habían pedido comprobantes de residencia legal a personas en centros comerciales en Orland y Gridley.
Algunos miembros de la comunidad latina en el Valle, sugirieron que la redada fue una represalia por las manifestaciones a favor de una reforma migratoria que se llevaron a cabo en marzo. Pero Zelorio dijo que la ICE, aunque ya no hace las grandes redadas en lugares de trabajo que hacía hace unos años, ahora deporta inmigrantes no documentados que han hecho una infracción o crimen no relacionado con inmigración. Esto cuando la ICE tiene “una sospecha razonable” para detener a alguien que podría estar en violación de una ley.
En una entrevista con ChicoSol, una vocera de la ICE dijo que no supo nada de vigilancia extraordinaria en el norte del Valle de Sacramento, ni de ningún esfuerzo para llegar a cuotas controversiales para deportar a gente no documentada.
David dijo que no tiene un registro de antecedentes penales, pero que hace 15 años recibió una orden de deportación. Ahora su situación es más comprometida porque ya tiene tres hijos, ciudadanos de los Estados Unidos, y un hogar típico de una familia de clase media. La repisa de la chimenea muestra fotos enmarcados de niños sonrientes. En una foto familiar, David aparece como un padre feliz y orgulloso.
El hecho de que ni él ni Margarita tienen estatus legal en este país, les preocupaba desde hace mucho tiempo. Margarita, quien tenía una visa provisional cuando llegó al Norte de California a la edad de 14 años, se graduó de Chico High School. Su padre, un residente legal, solicitó residencia legal para ella, pero ella no se dió cuenta que la solicitud fue marcada no válida cuando se casó con David. El es una persona que llegó a este país sin documentos legales para estar con su familia en 1992. Tiene dos hermanos ciudadanos americanos. David ha hecho dos intentos para legalizar su residencia, incluyendo uno con la supuesta ayuda de un abogado engañoso que fracasó y él resultó con orden de deportación. Él imaginaba que la orden había sido extraviada en un papeleo burocrático.
En la entrevista del 5 de abril, David, de 40 años, describió su travesía como humillante y que traumatizó a su familia. “Me preocupo mi hijita y los niños. Mi hija estaba muy triste de verme esposado.”
Margarita dijo que David vino a casa después de ser detenido. Estaba con los oficiales de la ICE y él se veía muy conmocionado. “No tenía voz… parecía que había perdido la voz. Yo le pregunté, ‘David, ¿que paso?'”
Los oficiales preguntaron a Margarita si tenía “papeles” y ella respondió que estaban en trámite. Le pidieron firmar una orden para la corte lo cual la daría una oportunidad para argumentar su caso ante un juez de inmigración, antes de enfrentarse con su propio proceso de deportación. David la urgió a firmar los papeles y los oficiales del ICE dijeron que la deportarían a ella si no la hacía. ¿Qué harían con los tres hijos?
Luego, según David, los oficiales recogieron otras personas mientras revisaron información en una computadora laptop. Uno de los hombres que recogieron en Chico era dominicano, y le llamaron por su nombre pero también con la frase “HIV Positivo,” dijo David.
En Sacramento, les encadenaron los tobillos y pusieron cadenas para que las manos quedaran junto a sus cinturas. Margarita y una amiga fueron por coche a las oficinas de la ICE en Sacramento para llevar una maletita a David. Fueron sorprendidas al ver como “trataron a los hombres como criminales,” dijo Margarita, añadiendo que uno de los reos estaba descalzo y en piyama. David dijo que fueron por autobús al aeropuerto de Oakland y que el avión hizo escala en Bakersfield donde otras 50 personas abordaron.
Margarita dijo que en Tijuana, el amigo de David fue secuestrado y golpeado. Su familia mandó $1,500 a los secuestradores para liberarlo.
Activistas por los derechos de inmigrantes dicen que secuestros como este son frecuentes porque estas personas llegan desamparadas, sin nada y se ven como presa fácil de los delincuentes en la ciudad fronteriza.
Según el periódico el Washington Post la redada coincidió con un debate nacional, que empezó con un reportaje pues un oficial de la ICE había escrito una nota el 22 de febrero diciendo que se deben usar nuevas cuotas de deportación. También, se ha reportado que la ICE está tratando de llegar a las cuotas fijándose en los residentes no documentados sin antecedentes penales ya que es más fácil deportar a ellos que a los que tienen casos legales pendientes. Sin embargo oficiales niegan que tienen políticas que son contrarios a la meta expresada por la Administración Obama, estipulando que la deportación debe enfocarse en criminales. Se ha reportado que se amonestó al oficial que habló de nuevas cuotas.
“Nos enfocamos en los casos de peligrosos criminales extranjeros ya que son amenazas mayores a nuestras comunidades,” dijo Lori Haley, vocera de la ICE. Ella explicó que un residente sin documentos que ha ignorado una orden de deportación para muchos años es vulnerable aún cuando no tenga antecedentes criminales. “Hacemos cumplir los leyes migratorios del país,” dijo.
Activistas retratan a la ICE como una agencia fuera de control que no responde a ninguna autoridad. “Requiere vigilancia del Congreso,” dijo Martine Apodaca, directora de comunicaciones para la organización Reform Immigration for America.
Maribel Herrera, abogada especializada en leyes migratorias que participó el verano pasado en un evento del ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) en el Condado de Glenn, dijo que la ICE se ha vuelto más agresiva durante el último año, enfocándose, entre otras cosas, en órdenes viejas de deportación.
“ICE considera a todos como criminales si están aquí sin papeles,” dijo Herrera, añadiendo que los inmigrantes sin documentos normalmente no se consideran a sí mismos como criminales. “Ellos llegan aquí para lograr una vida mejor, un futuro mejor. Ellos vienen a trabajar, cuidar a sus familias y no tienen nada contra nadie. Por cierto, quieren contribuir con la sociedad.”
En una teleconferencia del 5 de abril creado para miembros de medios étnicos, activistas a favor de una reforma migratoria dijeron que es importante abogar para una nueva legislación. “Si esperamos, estamos dejando que la ICE continúe deportando a nuestros seres queridos uno por uno,” dijo Jorge Mario Cabrera, director de comunicaciones de CHIRLA (Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles).
Mientras tanto, el cónsul Zelorio dijo en casos cuando se detiene a la gente sin causa alguna y ellos pueden darnos una foto o video, el gobierno mexicano puede registrar una queja. “El mejor consejo,” dijo él, “es mantengan limpio su automóvil con el registro actualizado. Lo que se observa en Chico ahora son autoridades más estrictas. La economía está mal y ellos están frustrados. Esto no es una opinión del consulado, solamente es lo que he escuchado.”
Durante una entrevista, Margarita lloró y se preguntó cómo iba a pagar la hipoteca de su casa de cuatro recamaras y otras obligaciones con lo que gana limpiando casas. Cuando habló por teléfono con su esposo, ella sugirió que la familia se mude a México.
David le dijo que podía ganar $10 por día en Tijuana y la preguntó, “cómo puedo mantener a mi familia con esto?” Saldrá pronto para su pueblo en Jalisco.
Margarita tiene su cita con el juez de migraciones en octubre. Está agradecida que no la deportaron inmediatamente, pero dice que en un sentido ella está encarcelada. Dijo: “Cada mañana, me despierto llorando. Luego, pienso, él está vivo, y yo estoy aquí y mis hijos me necesitan.”
Su hijo de nueve años escribió un ensayo para la escuela titulado, “Echo de menos a mi papá.” Junto con sus palabras, dibujó la cara de un niño con muchas lágrimas y una burbuja con las palabras, “Quiero que mi papá regrese.”
Leslie Layton es la editora de ChicoSol. Contáctala en chicosolnews@gmail.com. Esta nota fue traducida por Lindajoy Fenley.